Cómo preparar físicamente el Camino de Santiago Francés desde Sarria
El Camino Francés desde Sarria es uno de los tramos más populares del Camino de Santiago. Con unos 115 kilómetros de recorrido hasta la Catedral de Santiago, se puede completar en 5 o 6 días, pero aunque no requiere una gran exigencia técnica, sí demanda cierta preparación física.
Prepararte con antelación te permitirá disfrutar más del viaje, evitar lesiones y vivir cada etapa con energía. No se trata de ser atleta, sino de estar en forma para caminar entre 5 y 7 horas diarias por terrenos variados: pistas rurales, bosques, cuestas y tramos de asfalto.
➤ Cuándo empezar a entrenarLo ideal es comenzar la preparación unas 4 a 6 semanas antes de iniciar el Camino. Si llevas una vida activa, bastará con caminar regularmente; si no haces ejercicio habitualmente, conviene aumentar el esfuerzo de forma gradual.
El objetivo no es acumular kilómetros, sino acostumbrar tu cuerpo al ritmo diario del peregrino: caminar con peso, mantener la postura, cuidar los pies y fortalecer la espalda y las piernas.
- Empieza con caminatas de 5 a 7 km diarios y aumenta progresivamente hasta 15 o 20 km.
- Incluye recorridos con cuestas o desniveles para simular las etapas gallegas.
- Haz al menos una caminata larga semanal (20–25 km) para probar tu resistencia.
Una de las principales causas de fatiga o molestias en el Camino es el exceso de peso en la mochila. Lo recomendable es que no supere el 10% de tu peso corporal. Entrena caminando con ella cargada para que tu espalda, hombros y pies se acostumbren a esa sensación.
Practica con el mismo calzado y la misma mochila que usarás durante el viaje. Así evitarás rozaduras, ampollas o incomodidad de última hora.
- Usa bastones de senderismo para mejorar el equilibrio y reducir impacto en rodillas.
- Equilibra bien el peso: los objetos más pesados deben ir pegados a la espalda.
- Haz descansos breves cada 60–90 minutos durante tus entrenamientos.
Caminar durante varios días seguidos requiere fuerza y estabilidad. Por eso, además de caminar, es útil hacer ejercicios de tonificación tres veces por semana. No hace falta gimnasio: bastan rutinas sencillas en casa.
- Sentadillas: fortalecen piernas y glúteos.
- Plancha abdominal: mejora la estabilidad del tronco y reduce el dolor lumbar.
- Estiramientos de gemelos y cuádriceps: previenen sobrecargas.
- Elevaciones de talones: fortalecen tobillos y pantorrillas.
- Subidas de escaleras: simulan los desniveles del Camino gallego.
Dedicar entre 20 y 30 minutos a estas rutinas mejora notablemente tu resistencia y reduce el riesgo de molestias musculares.
➤ Cuida tus pies: tu mejor herramientaLos pies son la base del Camino. Para evitar ampollas y lesiones, deben estar tan preparados como el resto del cuerpo. Usa calcetines técnicos sin costuras, cambia de calzado si se moja y mantén los pies secos y ventilados.
Antes del viaje, haz caminatas con los mismos zapatos o botas que usarás. Nunca estrenes calzado en el Camino: la piel necesita adaptarse.
- Lava y seca bien los pies cada día.
- Aplica vaselina o crema antifricción antes de caminar.
- Cambia los calcetines a mitad de la etapa si sudas mucho.
- Si aparece una ampolla, límpiala, protégela y deja que cicatrice al aire por la noche.
Durante las semanas previas al Camino, sigue una dieta equilibrada con frutas, verduras, proteínas y carbohidratos saludables. Hidrátate bien y reduce el consumo de alcohol y comidas muy pesadas.
En el Camino, es importante beber agua con frecuencia y llevar algo de comida ligera (frutos secos, fruta o barritas energéticas) para reponer energía entre pueblos. Galicia tiene muchas fuentes naturales y bares donde rellenar la botella, pero no esperes a tener sed para beber.
- Desayuna bien: pan, fruta y café o té.
- Come algo ligero a media etapa.
- Al final del día, recupera sales y proteínas.
El Camino Francés desde Sarria no es solo un desafío físico, también mental. Habrá días de cansancio, lluvia o pequeñas molestias, pero también momentos de conexión y gratitud. La actitud es tan importante como la preparación.
Camina con paciencia, respira, disfruta del silencio y acepta los imprevistos como parte del aprendizaje. El Camino enseña a vivir despacio y a valorar cada paso.
- Descansa bien antes de iniciar cada etapa.
- No te compares con otros peregrinos: cada Camino es único.
- Recuerda: llegar es importante, pero disfrutar del trayecto lo es aún más.
Antes de comenzar tu Camino, dedica un día a revisar todo: calzado, ropa, credencial y documentación. No olvides comprobar el clima, preparar agua y algo de comida, y dejar espacio en tu mochila para recuerdos o compras locales.
Recuerda que el Camino no es una carrera. Si te sientes cansado, haz una pausa, toma aire y continúa. Lo importante no es la velocidad, sino la experiencia.
- Camina los primeros kilómetros con calma para calentar el cuerpo.
- Al terminar cada etapa, estira los músculos y rehidrátate.
- Disfruta de los paisajes gallegos y del ambiente peregrino.



