Camino Portugués desde Tui: las etapas que no te puedes perder
Comenzar el Camino Portugués desde Tui es una experiencia que combina naturaleza, cultura y espiritualidad. Este tramo gallego, con unos 120 kilómetros hasta la Catedral de Santiago, permite obtener la Compostela y disfrutar de algunos de los paisajes más hermosos del Camino de Santiago.
Desde el primer paso en Tui hasta la llegada a Santiago, cada jornada ofrece algo único: puentes medievales, bosques frondosos, aldeas de piedra, vino albariño y la calidez de los gallegos. A continuación, repasamos las etapas más especiales que no deberías perderte.
➤ Etapa 1: Tui → Porriño (18 km)El Camino comienza en la ciudad fronteriza de Tui, a orillas del río Miño, frontera natural entre España y Portugal. Es una etapa perfecta para aclimatarse al ritmo del peregrino. El recorrido atraviesa bosques de eucaliptos, pequeños pueblos y senderos rurales que introducen al caminante en la esencia gallega.
La Catedral de Santa María de Tui, de estilo románico, marca el punto de partida ideal. El día termina en Porriño, una villa con ambiente peregrino y buena oferta gastronómica.
- Lo mejor: la vista del Miño y el ambiente histórico del casco antiguo de Tui.
- Consejo: comienza temprano para evitar el calor en los tramos de asfalto.
Una etapa corta pero encantadora. El Camino Portugués desde Tui atraviesa zonas rurales y pequeñas aldeas gallegas, con suaves colinas y un ambiente tranquilo. En Redondela, conocida como la “villa de los viaductos”, el peregrino se reencuentra con el mar al divisar las Rías Baixas por primera vez.
Es un tramo ideal para disfrutar de la calma y de las primeras conversaciones con otros caminantes. Muchos peregrinos coinciden en que aquí comienza la magia del Camino.
- Lo mejor: el paisaje rural gallego y las vistas a la ría de Vigo.
- Consejo: aprovecha para descansar en Redondela y disfrutar de su ambiente costero.
Sin duda, una de las etapas más bonitas del Camino Portugués. Los senderos boscosos, las subidas suaves y las vistas a la ría de Vigo acompañan al peregrino en un día lleno de contrastes. La llegada a Pontevedra, ciudad monumental y peatonal, es uno de los momentos más gratificantes del Camino.
La Iglesia de la Peregrina, símbolo de la ciudad, recibe a los caminantes con su singular planta en forma de concha. Pasear por sus calles empedradas y cenar en sus terrazas es un premio tras una jornada completa.
- Lo mejor: la combinación entre mar, monte y ciudad histórica.
- Consejo: dedica una noche extra a descubrir Pontevedra: merece la pena.
Una etapa que resume la esencia del Camino Portugués: senderos entre viñedos, molinos de agua, puentes medievales y el sonido constante del río. Caldas de Reis es conocida por sus aguas termales, por lo que un baño relajante al final del día es casi una tradición entre peregrinos.
El ambiente en este pueblo es tranquilo, ideal para descansar y disfrutar de la hospitalidad gallega.
- Lo mejor: los paisajes rurales, los viñedos y las termas naturales.
- Consejo: no olvides probar los vinos albariños de la zona.
Una jornada con un profundo valor histórico y simbólico. Según la tradición, fue en Padrón donde arribó la barca con el cuerpo del Apóstol Santiago, dando origen al Camino. El recorrido atraviesa bosques, puentes y aldeas llenas de encanto, hasta llegar al lugar donde empezó la leyenda jacobea.
Además, Padrón es tierra de poetas (como Rosalía de Castro) y de gastronomía famosa: los pimientos de Padrón, “unos pican y otros no”.
- Lo mejor: el ambiente espiritual y el patrimonio histórico del pueblo.
- Consejo: visita la Iglesia de Santiago y el Pedrón, piedra sagrada que da nombre al lugar.
La última etapa del Camino Portugués desde Tui está llena de emoción. Los paisajes rurales van dando paso al entorno urbano de Santiago, mientras crece la expectación por ver las torres de la Catedral. El ascenso final al Monte do Gozo marca un punto simbólico: desde allí se divisa por primera vez la meta.
El momento de entrar en la Plaza del Obradoiro es indescriptible: el cansancio se disuelve entre sonrisas, lágrimas y abrazos. Es el final de un viaje… y el comienzo de algo nuevo.
- Lo mejor: la emoción de la llegada a Santiago.
- Consejo: dedica un día extra a disfrutar de la ciudad y recoger tu Compostela.
Si dispones de más tiempo, el Camino Portugués desde Tui ofrece rutas complementarias como el Camino Portugués por la Costa (que pasa por Vigo) o pequeñas variantes rurales con menos asfalto. También puedes visitar el Puente Internacional de Tui, obra de Gustave Eiffel, o disfrutar del entorno natural del Monte Aloia, el primer parque natural de Galicia.
- Camino por la Costa: alternativa más escénica junto al Atlántico.
- Monte Aloia: vistas espectaculares del Miño y Portugal.
- Pontevedra: parada imprescindible por su arte y arquitectura.



